Re-inventarse

Todos tenemos un pasado al que nos hemos aferrado en mayor o menor medida. El entorno familiar, cultural, académico, profesional y sentimental, entre otros, han ido llenando nuestra “mochila” en el viaje de la vida alimentando nuestras creencias y convicciones sobre nuestra identidad y propio destino.

Cuando nuestra vida llega a un punto en el que es necesario dar un giro nos surgen mil y una dudas. Limitamos nuestras capacidades y devenir al no saber reinventarnos. A pensar que sólo podemos hacer lo que hemos estado realizando en nuestro pasado o lo que se nos “ha dicho” que somos capaces de hacer.

Romper con esa mentalidad y salir de la zona de confort presupone un reto. Una catarsis necesaria para avanzar. Es un camino hacia lo desconocido sin brújula.

La buena noticia es que tú eres el explorador y eres el responsable de tu propio destino.

¿Pero qué ocurre realmente fuera de nuestras propias creencias limitantes?

Ocurre que hay infinitas oportunidades de reinventarse. Formarse en nuevas disciplinas. Potenciar habilidades que habían permanecido adormecidas en el tiempo. Romper pensamientos limitantes sustituyéndolos por otros más ecológicos para nuestro futuro.

Para ello es clave el autoconocimiento. Conocer nuestras fortalezas y debilidades. Analizar nuestras capacidades y áreas de mejora. Y, sobre todo, buscar y encontrar nuestra misión y propia identidad en la vida.

En ocasiones nuestro mapa mental estará anclado en el entorno, otras en la conducta y hábitos, en valores y creencias, o quizás en nuestra propia identidad como personas (Niveles Neurológicos de pensamiento según Robert Dilts).

Así las cosas, para poder cambiar conductas lo primero es ubicar en qué parte de la “pirámide” nos encontramos a nivel de pensamiento. Si existe un desorden en los niveles neurológicos lo primero es identificarlo y reordenarlo.

A grandes rasgos, y dentro de la “parte visible” de la pirámide, el Entorno es el contexto en el que nos movemos, físico, geográfico, cultural, etc. A través de nuestra Conducta actuamos y ésta viene desarrollada por nuestras aptitudes o competencias.

En la “parte privada”, o no visible, estas Competencias son moduladas por nuestras Creencias y Valores (actitud). Por último, nuestra Identidad organiza el conjunto de la pirámide conformando nuestro SER y la misión que tenemos como personas en la vida.

En un plano más elevado u holístico tendríamos la Visión, que es la parte mediante la cual nos integramos y somos parte de un conjunto relacional queramos o no.

Por su parte, el lenguaje “no es inocente” y nos servirá de “chivato” para identificar dónde actuar dentro de la “pirámide”.

  • “Detesto mi ciudad”: Entorno.
  • “No logro estudiar más de dos horas seguidas”: Comportamiento / Capacidades.
  • “Si monto una empresa, seguro que fracasa y me arruino”: Creencias (limitantes).
  • “Soy un desastre”: Identidad.

Uno de los axiomas de la PNL es que el “mapa no es el territorio”. Por ello quizás tan solo sea necesario cambiar de mapa “mental” para emprender un nuevo viaje.

Conócete y averigua hasta dónde puedes llegar.

  • ¿Cuántas veces has probado a hacer algo nuevo y echado atrás?
  • ¿Qué te lo impedía?
  • ¿Qué beneficios obtienes con tu conducta?
  • ¿Cuál es el porqué de esa actitud?

Como decía anteriormente, una vez identificado el origen en nuestro nivel de pensamiento debemos actuar para poder avanzar. De menor a mayor profundidad según escalamos por la pirámide.

A veces cambiar de Entorno será suficiente. Si afecta a la Conducta deberemos cambiar hábitos. Si es cuestión de nuestras Aptitudes podemos probar a formarnos o a hacer las cosas de forma distinta. Si el problema recae en una Creencia, ésta deberá ser sustituida por otra que mantenga el beneficio que la anterior nos aportaba desterrando la parte limitante.

Todas las creencias, incluso las limitantes, nos aportan algo positivo para que las mantengamos en el tiempo. Puede ser seguridad, no querer exponerse, comodidad, miedo al fracaso, etc. Se trata de poder rescatar ese lado positivo e incorporarlo en la nueva creencia sin la parte negativa.

A veces una sola mala experiencia es suficiente para “marcar” nuestro futuro. Imagina, por ejemplo, una vez que te quedaste en blanco al hablar en público. Si asocias e instalas en tu mente que jamás podrás volver a hacerlo estarás limitando tu potencial injustamente.

¿Cuántas veces has oído las frases del tipo “tú no sirves para eso”, “eso es cosa de chicos”, “jamás montarás una empresa”, “con 40 años ya no puedes aprender inglés”?

¿Por qué no pensar “con 40 años tengo una dilatada experiencia y cualidades muy útiles para cualquier empresa”? ¿Por qué limitarse a juicios y opiniones que no compartes o no se sustentan en ninguna base sólida?

Cuestión de Actitud y de Autoconocimiento. Si quieres y sabes, puedes.

Atrévete a explorar y reinventarte. La vida está llena de nuevas oportunidades esperándote.

Potencia tu talento

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